Abominaciones del Amazonas

Del Diario Personal de James T. Duncan.

Marzo 19/1929. Han transcurrido seis (6) meses y no tengo mayores datos del mapa, pero no declino, no soy de esos que se rinde ante la adversidad fácilmente, sigo en mi ardua búsqueda.

He fijado domicilio temporalmente en Miskatonic junto con Richard Crofter, este trabaja para la Universidad. En estos meses, alternando la investigación, me he dedicado a estudiar alemán, a aprender a conducir y al mismo tiempo he tomado clases de box.

Al Sr. Crofter la Universidad le encomendó una tarea en el Amazonas ecuatoriano, anteriormente enviaron a un colega, el profesor Edwards, a dicho sitio en busca de unas ruinas que albergan un supuesto tesoro, conocido como el Tesoro de LLanganatis y no ha regresado, sin embargo el tipo se comunicó con la Universidad manifestando que encontró el famoso tesoro y que necesita apoyo, por lo cual la Universidad, que está respaldando el proyecto, decidió enviar al Sr. Crofter y su equipo (por supuesto ya hago parte de este selecto conjunto de personas). Así las cosas hemos partido hacia Lima – Perú con el equipo completo y un sujeto adicional, llamado Peter Smith (que al parecer es Capitán de un barco), en el avión del Sr. Nathan Martin. Cabe anotar que el Padre Foster nos ha recomendado conseguir munición de plata y agua bendita, recomendación que por supuesto voy a acoger en totalidad.

Marzo 20/1929. Luego de aterrizar en Lima, tomamos tren hasta el puerto de Yurimaguas, de ahí navegamos por el Amazonas hasta llegar a Iquitos.

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El contacto en este sitio es un tipo de nombre Ramón Rojo (a todas estas, hermano del guía que acompañó la expedición del Profesor Edwards) que nos informa que el profesor Edwards y su equipo viajaron a las ruinas hace un mes, que se supone deberían haber regresado hace una semana y que como no ha sido así, es porque seguramente encontraron algo. Ahora bien en este pueblucho no encontramos como mandar a hacer munición de plata, por lo que hemos regresado al pueblo anterior a conseguir esto. En este pueblo el Padre Foster me comenta que unos tipos nos vienen siguiendo.

Marzo 24/1929. De tal suerte partimos de Iquitos en compañía del Sr. Rojo río arriba, luego de un par de horas de viaje acuático y un buen tramo recorrido, nos percatamos que un bote, con 4 tripulantes armados a bordo, nos viene siguiendo y no solo eso, ¡nos disparan! Y aunque no vemos concretamente quienes son, el Padre Foster intuye que son los mismos tipos que nos estaban siguiendo anteriormente. El cruce de disparos fue intenso, no salí bien librado de esto pues me han herido a la altura del hombro, nuestros blancos son difíciles de impactar, el movimiento de las olas y la velocidad con la que los botes surcan el río impiden apuntar con serenidad; el Sr. Martin improvisó con una bengala logrando impactar y generando automáticamente combustión en el interior del bote perseguidor, luego de tal maniobra y finalmente como resultado del cruce de disparos, el resto del equipo pudimos cargarnos a los tiradores y abordar el bote, en él encontramos unos sujetos que nunca en mi vida había visto, como salidos de las historias de terror y ciencia ficción que andan de moda en estos días, tienen partes de la piel del antebrazo con escamas, ojos reptilianos y lengua bífida (¿acaso híbridos entre hombre y serpiente? ¿Puede ser?).

Descendiendo del bote caminamos aproximadamente por espacio de 7 horas en la espesura de la selva, la herida de bala hace lo suyo, no me siento bien mi temperatura corporal aumenta, el Capitán Smith improvisó un bisturí y pudo extraer la ojiva alojada en mi interior. Cayendo la tarde y avanzado el camino, nos topamos con un cadáver, Rojo nos indica que es el fotógrafo de la expedición. Revisando el cuerpo abandonado encontramos que en su mano derecha sostenía una cadena de plata con un colgante algo peculiar (representa unas serpientes entrelazadas), El Padre Foster lo revisó y de acuerdo a sus conocimientos e investigaciones manifestó, que dicha alhaja posiblemente es una especie de objeto o símbolo de profecías, que permite a su portador ingresar al mundo onírico y ver el futuro, que al parecer se utiliza con una especie de líquido de transición. Le encontramos una cámara fotográfica, una mochila con varios rollos y un papel que indica, numéricamente, que contiene cada rollo, debajo del listado una extraña leyenda que reza “solo los sueños pueden salvarnos”.

Luego de caminar 6 horas más, encontramos en un claro selvático el área de las ruinas, el aspecto de estas estructuras parece mucho más antiguo que las desarrolladas por los Incas, tienen conceptos egipcios y hasta podría decirse Atlantes (civilización hundida en el mar y probablemente extremadamente avanzada para su época, aún son un mito). Esto no pinta bien.

De primera intención observamos unas chozas, que se ven abandonadas hace rato, unos cuantos utensilios rotos y escamas regadas en el suelo. La siguiente estructura parece un templo, y dentro de este (¡sorpresa!), encontramos más sujetos con escamas realizando una especie de sacrificio, tenían a una mujer en pie, atada de manos a una columna, enfrente de ella un escamoso con un enorme cuchillo dispuesto a hundirlo en su víctima, interviniendo el extraño ritual evitamos el horrendo sacrificio salvando a la mujer, que según nos expresó se llama Viola y es la periodista de la excursión del Profesor Edwards. La mujer supremamente asustada y estallando en llanto nos comenta sobre el resto de las estructuras que aquí yacen (una pirámide con una escalera exterior y un estanque con cubierta), dice que hacia el estanque se han llevado a Baxter que también hace parte del equipo explorador, nos insta a dinamitar la pirámide por cuanto alberga maldad y locura, que en la revisión de esta despertaron unas criaturas que finalmente se apoderaron de la pirámide dejando al Profesor Edwards dentro, de igual manera nos expresó que en lo alto de la pirámide ellos dejaron armamento y dinamita suficiente.

Así las cosas tomamos posiciones estratégicas de combate, el Sr. Crofter se apostó sobre el templo a manera de francotirador con un rifle de largo alcance, el Padre Foster se ubicó en una esquina de la pirámide y tanto el Capitán Smith como el Sr. Martin se ubicaron en unas chozas aledañas al estanque y yo fui por el armamento y los explosivos; una vez arriba advertí que no podía solo con todo, de tal manera que di cuenta de las armas y de unos cuantos cartuchos de TNT (los cuales llevé en las manos, haciendo “sudar” los cartuchos ), en mi descenso me encuentro de frente con una de estos hombre-serpiente (algo diferente de los otros de abajo) saliendo del interior de la pirámide, portando en su mano una especie de varita, actuando rápidamente suelto los cartuchos que llevo en la mano, desenvaino mi arma y le disparo (infortunadamente para mí decidí accionar un arma que no trae munición de plata, error), el impacto no le produjo ninguna herida, pareciendo haber rebotado en su pecho, al mismo tiempo los cartuchos que había soltado dieron contra el suelo exterior de la pirámide explotando resonantemente, el híbrido en respuesta, apunto su varita contra mi humanidad soltando una especie de descarga eléctrica que me aturdió, haciéndome perder el equilibrio hasta caer sentado en las escalinatas.

Con el fuerte estruendo el espectáculo comenzó. Si bien los Srs. Martin y Smith se encontraban cerca de estanque, el interior del mismo no lo pudieron apreciar con claridad debido a la cubierta que poseía, sin embargo alcanzaron a vislumbrar como otro híbrido lanzaba al agua un cuerpo amarrado, acto seguido, luego de agitarse y ver burbujear el agua la coloración de esta se tiño de rojo, el Capitán Smith logró impactar al híbrido pero no alcanzo a socorrer el cuerpo en el agua. El Padre Foster decidió subir las escaleras para brindarme apoyo y con un efectivo disparo de carabina dio muerte al hombre-serpiente que me tenía a su merced, seguidamente ambos descendimos a toda velocidad para llegar al estanque y al ver una criatura anfibia, mezcla entre insecto y reptil, volamos el estanque con un par de cartuchos de TNT.

En ese instante avizoramos que el Profesor Edwards salió de la pirámide, expresó que debido a las circunstancias los seres que estaban dentro de la pirámide se asustaron y el logró escapar y que las criaturas son hechiceros. Así las cosas y luego de debatir si entrabamos a la pirámide o la hacíamos explotar, decidimos colocar las cargas necesarias para dinamitar la pirámide y hacerla colapsar.

Finalmente regresamos sin contratiempo alguno. Tiempo después nos enteramos que Viola, la periodista, fue asesinada en extrañas circunstancias y el Profesor Edwards desapareció misteriosamente.
¿Sería acaso ese el verdadero profesor Edwards?, ¿es posible que uno de esos hombres serpientes tomara su lugar para alejarnos de la pirámide?

Abominaciones del Amazonas

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